La frialdad se
avecina, algo me dice que esto es para crecer, para madurar, ya no quiero ser
susceptible y romántica, ustedes fueron todo para mí, tú, mi Luz de Sol, mi Luz de Luna quedarás en
los recuerdos, en la inmensidad de la nada, en la infinidad de mis memorias.
Aún no logro
despejar la mente, me siento vacía, embrollada, la razón anda en forma de espiral, el llanto sube y
baja, el suspiro me asfixia, no me deja en paz, aun así, algo me dice que todo
saldrá bien, que pronto nos encontraremos, y volveré a frotar mi nariz junto a
tu rostro lleno de pecas y ruborizado, es así como lo recuerdo.
Aquel día tomé
una rosa, la mantuve apretada y apegada a mis manos, a mis labios, la mantuve
para ti, sabía que tenía que ser para mi viejita querida, ese día fue eterno,
no sé si quería que terminara, no quería dejar de verte, no quería entender lo
que pasaba.
Tú estarás en mí
como una célula, como un brillo que me mantendrá fuerte y serena, él te cuidará
como siempre lo hizo, mis abuelos casi niños siempre estarán en mí.
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