miércoles, 15 de diciembre de 2010

Vejez perdida

Hace unos días me despedí de la muerte, sé que era ella, estaba ahí, delgada sobre el hueso de él, mirándome, no sonreía, ya andaba roto del ánimo, estaba en silencio con los ojos hinchados, brillaban como el cristal, se despedía de mí, de todos, de alguna forma él sabe que lo prenderá del alma, no olvidaré el rostro de él, su voz, su fuerza.
Las manos delgadas y cansadas por trabajos forzados se despidieron de mi hace unos días, desde que era un niño ya la pasaba mal, trabajaba en un huerto de limones, fue por eso que la columna años después se deterioro, la maquinaría del lugar lo dejo sordo, él siempre será de admirar, sé que estará bien, tus recuerdos en mi cabeza pasarán de generación en generación, todo lo que viviste queda en cartas y objetos que estarán en el baúl con memorias de otros hombres inmortales…

Te amo Abuelo Salvador.


viernes, 10 de diciembre de 2010

No quiero un príncipe

No me importa si piensan que estoy maniática y más si no creen lo que voy a contar.

Era el año de 1816, en un barrio francés, aquellos que deleitan la mirada con calles adoquinadas, con bares y cafés en cada esquina, con casonas viejas de más de 60 años.
La gente caminaba con preocupación y locura, sus rostros no podían esconder el terror que sentían por las historias que se contaban.

Estaban petrificados por lo que se decía de una mujer.
Se murmuraban muchas cosas de ella, todos sabían que su trabajo era repugnante, dama de compañía era como se decía, así es como se ganaba la vida, aquella mujer ya estaba acostumbrada al desdén de las persona.

Una mañana de abril se despertó llorando y gimiendo como una chiquilla de 7 años, abriendo los ojos petrificados y sombríos, no recordaba esa pesadilla con que todas las madrugadas era atormentada. Ella sólo cerraba su mente, y se ahogaba en sueño, pero por qué siempre despertaba con una preocupación que la hacia estremecerse atormentando su alma. Así es como el preludio llega a mi historia.

Su nombre era Lauren, una mujer hermosa por su belleza física y sus modales, tenía una personalidad única porque era de las pocas damas de compañía que nunca perdía ese toque de encanto y buen comportamiento a pesar de que éste fuese embriagado rápidamente por algunas gotas de alcohol.
Nadie sabía porque esa joven había caído en la voluptuosidad y en algunos vicios.
Se decía que todo eso era a causa de un amor o también por la perdida de un hijo.

Para ella los excesos eran como la mejor medicina, sentía su cuerpo anestesiado y su alma transformada para no pensar en su pasado triste y macabro.

Sus vivencias antiguas estaban enfocadas a un amor que le había sido arrebatado por su paranoica, obsesiva e hipocondríaca mente.

Así es, ella tenía una doble personalidad, una que al parecer era la mujer tierna y dulce, y la otra, la perversa y lúgubre de tendencias masoquistas y abominables.

La historia que la convertiría en lo que ahora es, se debió a un amor que la atormentaba cuando ella apenas tenía 22 años, un amor que no le correspondía como ella siempre hubiese querido, un amor tranquilo y de confianza, de pasiones y de armonía, de calma y de brillante fantasía.

Él era un joven licencioso, talentoso en su forma de expresarse, de una personalidad vehemente, inexorable ya que nunca se dejo llevar por los ruegos de Lauren, pero aún así ella no podía alejarse de él porque ella sabía que más allá de una mente enferma y un temperamento enérgico, era un ser humano especial, seductor por su andar, por sus gestos, por aquel movimiento de cabeza, por sus palabras y sus caricias que sí tenían insensibilidad, a ella eso no le importaba.

Su nombre era Renato.
Renato no quería compromiso alguno, al menos eso le decía a Laurent, la mayoría de las peleas eran porque Lauren se cansaba de esperar, ya que nunca se daría cuenta de que ella lo amaba sobre todas las cosas, él no se convencía de aquella mujer que de repente se convertía en una bestia, él no quería estar más con ella.

Pasó el tiempo y Renato tenía planes a los que Laurent no estaba invitada, el desaparecía por días, semanas, y ella se desesperaba, hasta que un día se canso de esperar, pasaban tantas ideas por aquella mente, y fue así que nació el crimen.

Pero antes de eso Laurent le pidió un favor, la locura envolvió la razón de aquella joven, le pidió algo irregular fuera de orden que ni él mismo podía creer, un hijo suyo, ella corroboró diciendo que jamás le pediría otra cosa, que ya no lo molestaría más, que lo único que anhelaba era ver correr la sangre de su amado dentro de ella, hasta que cada glóbulo rojo llegará a sus entrañas, y eso la haría feliz.

El estaba aterrado, anonadado, no supo que hacer, pensó tanto que no había respuesta aún, ella suplicó, y Renato con tal de deshacerse de ella, y más porque sabía que podía ser un obstáculo para todos sus planes, le dijo que sí, pero con una condición, que se fuera a otra ciudad y se llevará consigo a la criatura que jamás llegaría a querer como suya.

Lauren entre pasión morbosa y melancolía se embarazo, pero no dejo las cosas como ya lo había prometido.
Unos días después fue a despedirse de su amado Renato, entre abrazos y un ambiente de agonía por dejarlo, Lauren sabía que él jamás la amaría y no pudo contenerse, se imaginó quién sería esa mujer que él estaba esperando o con la cual él querría estar, no aguanto el suplicio, lo abrazó muy fuerte y de repente sacó una navaja y le atravesó el corazón.
Él murió al instante, y Lauren envuelta por recuerdos y lágrimas decidió cortarlo en pequeños pedazos, para después cocinarlo y comérselo, cada bocado para ella era como un alivio. Los demás restos, como huesos y órganos se los dio a los perros callejeros que de noche rondaban por ahí.

Fue así como ella huyó a Toscana un pequeño pueblo de Italia, dejando atrás el crimen más macabro que pudiesen imaginar, pero ahí no acabó todo, pasaron nueve meses y tuvo a Lucio, así es como le había llamado a aquel niño de aspecto sombrío, de ojos grandes y luminosos, pálido igual que la madre, con una nariz respingada y noble, con una boca triste y pequeña.

Con el tiempo Lucio fue creciendo, tenía 13 años cuando el joven fue pareciéndose cada vez más a su padre, y Lauren no podía soportar aquella imagen.
Lauren era la madre más amorosa que pudiese existir, sus mimos lo decían todo, lo besaba irracionalmente, llegando al acto más diabólico en el que Lucio no la veía como a una madre sino como a una amante.

Era un crimen más, de aquella mujer insensata, cuya visión estaba cegada por la locura, había enamorado a su propio hijo.

Lucio cumplió 18 años y seguía visitándola, todas las noches iba a la habitación de la mujer que le había dado la vida y que perturbaba su mente con suspiros de deseo.
Lauren sabía que eso no estaba bien, cuando estaba con Lucio por su mente se agitaban recuerdos, recuerdos del hombre que le había quitado su delicadeza femenina, no aguantó ese dolor, no podía más con aquello, estaba confundida, pensaba y pensaba como terminar con aquella torpeza que había provocado.

Decidió volver hacer lo mismo que con Renato, pero ahora de una forma menos dolorosa y no tan delirante.

Una mañana en que la neblina salpicaba los techos y ventanas de las casas, Lauren se levantó, se arregló como hace mucho no lo hacía, se puso rubor en las mejillas y empapó sus labios de una sustancia que parecía aceite para embellecer su linda y seductora boca, era una mezcla de hierbas mortales, así es, veneno color escarlata, sabía que no podía tragar esa sustancia hasta que los dos se besaran. Bajó al salón de la casa, se sentó a esperar a que Lucio llagará del colegio, de pronto la puerta se abrió y con un rechinido que ésta hacía porque la casa era muy vieja, se asomaron unos ojos brillantes, era Lucio y sabía que su madre como siempre estaría ahí para besarlo, Lucio se acercó y la besó, los labios de Lauren empaparon la boca, la lengua y la garganta de Lucio, ambos murieron al instante, un trueno surgió de los cielos, ahí estaba despertando de un sueño que siempre se convertía en pesadilla sin poder recordar nada, Lauren sí había cometido el primer crimen, pero el segundo sólo era producto de su enferma mente.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Hoy, ya no

Por solucionar trabas susceptibles pasan cosas horribles, uno no queda bien jamás.
No leo mentes, no arreglo corazones, no fastidio apropósito, no hablo dulce, no lloro por capricho, no busco por encontrar, no hablo por conversar, hoy ya no quiero nada, hoy ya no busco obstáculos, no quiero suplicar porque me lastimo, porque hoy ya no quiero poner en riesgo mi vida.
Pinche semana fea…

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un respiro

He visto su rostro desvanecido, no distingo si es él o ella, he tenido las ganas de irme al sueño más profundo porque así no siento dolor, así no hay asfixia, así no tengo tristezas que me hagan enfermar.
Hoy entendí las cosas de forma completa, algunas veces las entiendo como creo yo, son lo mejor para mi, pero no, la cosa es calmarse, la calma me lleva lejos, me da seguridad y me hace feliz, he visto un mundo de incertidumbre y terror, en donde las personas ya casi se van a donde tal vez encuentran la esperanza, la armonía, el regocijo de saber que allá estarán en plena calma, allá no hay malestar.
Las tristezas desaparecen rápido, los recuerdos de congoja y la desilusión se van con el aire helado, con el tic tac.
Todavía no me siento clara, pero sé que el tiempo me hará entender, entonces en ese momento estaré en completa calma, como hace unas horas lo hice, y no por el sopor, sino porque me visitó él o ella, sus brazos me envolvieron por unos segundos, no diré mentiras, la verdad me gustó ser arrullada, me mantuvo en plena paz y más cuerda que nunca, a mi mente vinieron recuerdos lindos, imágenes de hoy, escenas que he vivido entre reposo y risas, entre suspiros y sueños, y por eso entendí que la calma pronto me encontrará...

lunes, 22 de noviembre de 2010

Quiero una flor amarilla que me haga soñar

Esto es algo que escribí hace tres años, desde entonces lo dejé, es algo que no he podido terminar por miedo, porque no soy buena para los finales, porque no me gustan los finales, pero lo dejo aquí para no olvidar que lo tengo, otra cosa, el cuento va dedicado a mi padre Alfredo, así que yo he prometido dárselo algún día.
La niña está sentada en un banco, al frente de ella hay un piano, sobre el piano hay un pequeño florero, el florero tiene una flor amarilla y brillante.

La niña tiene la piel morena como la canela, tiene los ojos grandes y de color miel, tiene una trenza que le llega hasta los hombros, usa un vestido amarillo con grecas rojas.

Ella se llama Valeria, tiene 12 años, es tan tierna, le encanta la mermelada sobre el pan tostado, bebe la leche como si fuera agua, todas las tardes se columpia en el árbol que hay en el jardín de su casa.

Pasa el tiempo y Valeria se convierte en una mujer, con un carácter envidiable, ella está llena de tranquilidad, es perspicaz porque no se enoja por tonterías, ella disfruta al máximo el tiempo, trata a las personas con respeto, aunque estas no den lo mismo de su parte, es de esas pocas mujeres que se enamora por momentos, no se enamora de un solo hombre, se enamora de cualquiera que la mantenga flotando de cabeza sobre el techo, alguien que sea seductor y todo un caballero, que pueda tener un rostro sereno.

Valeria viaja en el espacio y el tiempo, ella muere por descubrir todo tipo de ideas e historias, ella regala besos para enamorar.

Valeria quiere estar acompañada por momentos, su soledad la mantiene viva, esa soledad de poder estar en su propio mundo, de hacer lo que se le da la gana, nadie le dice qué hacer, nadie la observa, nadie le miente.

El amor para ella es como amar a un libro, a una estación del año o incluso amar una buena melodía, el amor no existe es una tentación voluptuosa, para Valeria no hay alguien que la atrape por completo, no hay alguien que la haga sentir extasiada.

Camina por los jardines de las calles, recoge una flor amarilla, la pone en el florero y después la coloca sobre el piano viejo, que ya ha dejado de tocar.

Le encanta la naturaleza, le encanta recostarse sobre el césped y ver el cielo, oler la tierra mojada que deja la lluvia, trata de estar calmada y enamorada de sus ideas gracias a su inmensa imaginación y a esa flor amarilla.

Sus sentidos se distorsionan por las elocuencias de las personas que la rodean, por la mentira que ellos azotan con un bun bun en su cabeza.

Valeria se mira en el espejo, y ante el marco ya gastado y de antaño, ve sus enormes ojos de ámbar, cierra los parpados, y lo ve, lo imagina, él trae en el rostro un antifaz, y sujeta un bastón, ella trata de acercarse a la imagen, para distinguir los detalles, pero alguien toca su hombro y abre los ojos, sacudiéndola de la escena (en construcción)...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Las horas no dicen nada

Ausente de alegría, ausente de risas, ausente de llanto, las lágrimas no salen, las ideas me ahogan en un mar envuelto por malos pensamientos, pensamientos que rugen y piden una respuesta, pensamientos que no se apagan con el sueño más voraz.
Qué pasa, qué me está pasando, que lo único que veo es un futuro donde estoy sola, sin ánimo, sin anhelo, sin nada, es incierto, el tiempo va lento, las horas no dicen nada.
Llévame luz de otoño que atraviesa las cortinas de su habitación, sácame el alma y cuélgala de un hilo, que tal vez así no sienta nada, arrójame al vacío, que vacía quedaré por su respuesta, encapsula los momentos encantadores, que estarán en el recuerdo, su existencia la tendré en los ojos, en las manos, en el espíritu, en mi fe, su recuerdo quedará en mi silencio, porque todo fue un sueño, un sueño del cual tendré que despertar, veo el reloj y las horas no dicen nada, veo la Luna y mi alma es quebrantada.
Déjame entrar a sus pesadillas para poder restablecer todo, déjame amarlo para poder envejecer en sus brazos, para poder decirle que lo amo…

miércoles, 4 de agosto de 2010

Lo etéreo de los sueños

En ocasiones quiere cerrar los ojos e imaginar el silencio de la forma más absurda, las imágenes ahí son intangibles, no se perciben los aromas ni los sonidos.

Pronto regresará la ilusión a sus párpados, ya pasará la incertidumbre que rodea su cabeza, poco a poco devorará risas

Los enredos armarán pasajes futuristas que como una coz sacudirá su pecho, las pupilas mostrarán sorpresa, el aliento se consumirá, la respiración se acelerará, ella cerrará los ojos y se sumirá en un silencio apabullante que la llevará a mundos imaginarios.

Ella estará ahí, distrayéndose como niño, consumiendo la fatiga y el desvelo que arrapa la rutina, ella se reencontrará con él y se sumergirán entre cobijas y mundos casi perfectos.
Entre pensamientos acogedores se entrelazarán para encontrarse de nuevo cada que las luces del Sol se disipen, cuando el silencio y algunos ecos de la ciudad se calmen, cuando ambos se abracen y uno frente a otro imaginen historias fascinantes.

miércoles, 30 de junio de 2010

El sol no brillará ya

Un esplendor iluminó sus ojos, sus piernas hasta las rodillas eran cubiertas por líquido marino, su piel estaba pegajosa por el sudor, la arena la envolvía de los brazos y el rostro.
Pasaron dos meses para que ella fuera a la playa, la ribera la mantenía como ausente e ida del ruido y el desdén de la ciudad, pasó poco tiempo para que se diera cuenta que la muerte era un regalo que la vida daba.

Ella ahí parada frente a la marea, preguntándose si vería a los suyos en aquel lugar lúgubre y tenso que cualquier persona evita mejor no hablar “la muerte”, esa que abraza a los mortales y los sacude como títeres de tela, sujetándoles y comprimiéndoles las palmas de las manos que bajo ellas se dibuja la “m” de mortalidad, la “m” de muerte.

Y es que a Elizabeth nunca le ha dado terror hablar de ella, cuando era pequeña su abuelo le dijo alguna vez que las cortinas oscuras atraparían en algún momento a las personas que más amaba, y que no tenía por qué ponerse triste, que la muerte era un regalo para el ser humano.

Elizabeth cree que la muerte es un sueño, el sueño más bello que se pueda tener, un lugar donde encontrará a su abuelo y a los que ya se han ido, que desde allá la cuidan, la ven, le sonríen, le extrañan.

Ya son las seis de la tarde y el ocaso ilumina la sonrisa picara y despampanante de aquella joven hiperactiva y alegre, ella camina sobre el infinito azul, hasta que el agua sube hasta sus labios rosados y gruesos, en unos segundos ella desaparece.

lunes, 3 de mayo de 2010

Ella viene...

Tiró de la sábana, la enrolló con fuerza, sedosa como la vena que sujeta la artería, ella le ayudará a desaparecer, no tiene miedo de sufrir algún cambio…
Después de un rato se subió a la cama, y sujetó con fuerza la tela, la sujetó al candelabro de la habitación, terminó de amarrarla y se quedó parada sobre la nube blanca, pensando en él o ella, preguntándose, cómo será, alzó sus brazos y enrolló la serpiente al cuello, estaba ansiosa, contó hasta tres y se aventó, sintió caliente el cuerpo, la cabeza le explotaba, los intestinos le crujían, la vista se le nublaba.

Parecía un hada, parecía una bailarina, parecía la muerte flotando sobre su cama.


jueves, 8 de abril de 2010

Mi gato magnético

Víctor salió a buscar a Leo, quien no había ido a casa desde hace dos días, ya habían pasado más de 46 horas y el platón de su gato estaba lleno de leche cuajada. Víctor estaba inquieto, pensando que tal vez regresaría esa tarde.
Leo era un gato negro, de ojos azules y adormilados, tenía muy mal humor, ronroneaba siempre por capricho, ese gato seductor perturbaba a cualquiera. Tenía la fuerza y atracción de un imán.

Los nervios de Víctor lo consumían, ya no sabía qué hacer, hasta que después de unas horas decidió tomar el cascabel que tanto le gustaba a Leo, el cielo ya había oscurecido, tal vez era el momento preciso para agitar el juguete favorito de su mejor amigo.

Poco después Víctor regresó a casa con la mirada abatida, caminaba lentamente como preocupado, rodeando el jardín, pensando y susurrando, desde entonces hace mucho que no lo veo.

De día él no sale para nada, se dice que de noche busca a Leo agitando el cascabel y gritando el nombre de su gato magnético, ya han pasado cuatro años desde que el felino de ojos metálicos se fue, su esperanza de Víctor ha sido la fe, su felicidad se ve de cerca cada que el cielo se oscurece, ¿cuándo dejará de buscarlo?

martes, 30 de marzo de 2010

Voz ausente

Fuera ideas que producen conciencia, mente vacía, imaginación devorada por gusanos de la tierra, fuerza en tendones desbaratando la piel que ya no se estira, ojos ciegos y temerosos de mirar lo que no deben, garganta seca y destruida.
Me pregunto ¿qué dirá él, estará incomodo? risas, risas y más risas, ellos se comen, juguetean con las luces de la habitación, no son nada, nadie, no hay conciencia ni ausencia, están por momentos donde las cosas tienen forma y nombre, desaparecen cuando la noche tapiza el cielo, cuando el suspiro descansa.

El crujir de la puerta los mantiene taciturnos, saben que es hora de correr, de salir en busca de rutinas apabullantes, aburridas, se van, inventan problemas, duele, duele que la vida se vaya así tan de repente.

Ella sonámbula, a veces de papel, equilibra el viento arrullador, busca algo entre las nubes que nadie aprecia, ya viste como se mueven, ¿quieres detener el tiempo conmigo?, o prefieres seguir con esa rutina vana, pregunta ella.

Él, mórbido como de caricatura, sin aliento, apático, sin ánimo, porque se quedó atorado por ahí, entre alcohol y vicios cuando ella se fue, carbonizado por hipocresías y trivialidades, risas fingidas, hablan y hablan y él no escucha, ya no quiere escuchar, ya no escucha, ¿recuerdas mi voz?, interpreta el ritmo de mis palabras, interpreta las ideas, pronto escucharás un silencio aterrador.




domingo, 28 de marzo de 2010

Husmeando

No tienes vida propia, vagando por aquí, sí, tú sabes que hablo de ti.
Te sientes solo, explotando por el sonido de tus mentiras, ahogándote con tus mil maravillas de intelecto, disparando adrenalina de melancolía porque bien sabes que ya nada vale la pena, has caído bajo por andar espiando lo que no debes…
Dile a tus amigos que eres humilde y entonces te aplaudiré, creo que eso no pasará, ya te viste en un espejo, ya te oíste, siempre escupiendo banalidades, y te decías sencillo.

martes, 16 de febrero de 2010

Sus manos

Sí, son finas, como las de un artista, dicen mucho, creo que hablan, creo que tienen su propio lenguaje.Hace unos días las observe a detalle, él no se dio cuenta, es gracioso, siempre me han gustados las manos con dedos como de alfileres, con nudillos rojizos y una que otra peca, no es mi obsesión que degusto con pasión, es más bien mi ideal, la creación y fijación que ha estado ya en mi mente.
Él me da la mano, algunos sueños cuelgan de ahí, algunos imaginarios son creados por sus manos.
Hubo un tiempo en que no me atrevía a tocarlo, creí que diría algo como: - Qué haces -, quería defenderme al no mezclar piel con piel, estaba asustada, después nada de eso pasó.

Ahora las manos se atraen como imanes, ya nada me incomoda, puedo emocionarme y apretar.

Esas manos son los alfileres que se meten a la caja de estambres que tengo por ahí, se insertan en el hilo que mueve mi cabeza de un lado a otro como si yo fuera un títere o una especie de marioneta, son manos que cautivan imágenes, pensamientos y alegrías, son manos que hacen girar a la bailarina dentro de su caja musical.
A veces no es necesario hablar, a veces no es necesario mirar, sé que están ahí para dar vida, sé que tienen una historia, sé que crean, sé que dicen.
Me pregunto, qué pensará cuando las ve con esos ojos de sorpresa…

jueves, 11 de febrero de 2010

Ahogándonos en mentiras

Torrentes de lluvia y aguas negras pasaron por algunos estados de la República mexicana, la madre tierra y la negligencia de las autoridades de los municipios y entidades afectadas causó estragos y destrucción, amenazando la vida de personas inocentes, causando la muerte de muchas de ellas.
Meses atrás el gobierno ya sabía que algo así pasaría, no lo previno, no avisó, se rompió el muro de contención del canal de la compañía en Chalco, y ahora qué hará Enrique Peña Nieto para solucionar la problemática que sus funcionarios ineptos propiciaron, a ver si se pone las pilas, con eso de que quiere llegar a las elecciones presidenciales de 2012.
El lodo putrefacto aún huele, las manos y los ojos arden, cada quien tenía que limpiar y desechar lo poco que tenía, lo poco que quedó.
Dicen que van 27, 28, 29, 30 muertos en el estado de Michoacán, el número crece, los desaparecidos andan por ahí en algún lugar del desastre, nadie declara nada, nadie del gobierno se pone en el papel de los afectados, mientras los 500 diputados de la Cámara se quedan ahí en sus butacas esperando a que las respuestas lleguen solas.
No cabe duda, que los grandes desastres ocurridos en este país son sólo un ejemplo de lo que amenaza la vida de los habitantes de las urbes. Y si tenemos gobernantes incapaces de solucionar las consecuencias de estos fenómenos naturales, que podemos esperar la población en general, sólo nos queda pedirle a Dios que nos ampare, y quizá los mexicanos tengamos que abrir los ojos y para las próximas elecciones presidenciales seamos capaces de elegir un gobernante con la sensibilidad política y social suficiente para defender a un pueblo que ha sido tratado con la total indiferencia.

martes, 2 de febrero de 2010

Cómo liberar una democracia

Se define en parte como el poder del pueblo.
Durante milenios el régimen político óptimo se denominó “república” (res publica cosa de todos) y no democracia.
Hoy la democracia es una abreviación que significa liberal – democracia, es una palabra muy compleja, no hay una definición exacta.

Es un principio de legitimidad, un sistema político llamado a resolver problemas de ejercicio (no únicamente de titularidad) del poder, es también un ideal aún no resuelto.

La legitimidad democrática postula que el poder deriva del demos, del pueblo, es decir, que se basa sobre el consenso verificado (no presunto) de los ciudadanos, así como tampoco acepta que el poder derive de la fuerza, ya que el pueblo es el titular del poder.

El ciudadano participante es el ciudadano que ejerce en nombre propio, el poder del que es titular.
La democracia en grande, ya no puede ser más que una democracia representativa que separa la titularidad del ejercicio para después vincularla por medio de los mecanismos representativos de la transmisión del poder.

La democracia ante todo y por encima de todo, es un ideal.
Una democracia no nace, se distiende poco a poco, va contra corriente, contra las leyes de la inercia que gobierna a los agregados humanos.

La palabra democracia ha indicado una entidad política, una forma de Estado y gobierno.
Cuando hablamos de democracia intentamos imaginar a miembros de una sociedad que se vean y se traten igualmente, como individuos de todas las cadenas que son oprimidos y que buscan la forma de expresar sus desacuerdos.

Hay una democracia política, gira sobre la igualdad jurídica – política, que la democracia social desemboca principalmente en la igualdad de estatus, en esta secuencia la democracia económica significa igualdad económica, por la aproximación de los extremos de la pobreza y de la riqueza, por medio de retribuciones que persiguen un bienestar generalizado.

La democracia económica es la democracia en el puesto de trabajo y en la organización - gestión del trabajo. En la sociedad industrial el trabajo se concentra en las fábricas, y por lo tanto, es en la fábrica en la que hay que introducir la democracia,

La democracia industrial funciona con un sistema basado sobre criterios de representación por oficios y competencias.
La democracia siempre se ha desarrollado por el sistema político.

Para Aristóteles la democracia es la forma corrompida del gobierno de muchos: y ello porque en la democracia los pobres gobiernan en su propio interés (en lugar de gobernar en el interés general), gobierno de los pobres en su propio beneficio.

La participación es importante en la democracia, sin ella la representación no existiría, es con ella con la cual se puede controlar y limitar el poder. Lo que permite a la sociedad civil, como esfera autónoma y autosuficiente.

La distancia histórica diferencia a la democracia moderna de la griega, el transcurso del período es un detonador que hace que podamos ver el cambio que se ha hecho con la línea del tiempo de la palabra democracia.

Los partidos políticos tienen un papel indispensable en la democracia, no es necesario que el partido sea fuerte, y que por consiguiente el sistema partidista esté fuertemente estructurado.
Los partidos degeneran fácilmente en centros de exceso de poder, de colonización, de acomodo parasitario y de corrupción. Lo que no impide que la teoría de la democracia deba incluir a los partidos.

Democracia puede ser un procedimiento, un mecanismo que genera competencia en el mercado electoral, atribuye poder al pueblo, impone específicamente la capacidad de respuesta de los elegidos frente a los electores.

Para que haya democracia, debe haber libertad, el no estar sujetos a la inconstante incierta, desconocida y arbitraria voluntad de otro.
La libertad política es una libertad frente al Estado.

Rousseau decía, el hombre es libre cuando no obedece a los demás hombres sino únicamente a la ley.
La igualdad crítica, la razón de los méritos de cada uno, como capacidades o talentos, cada quien en razón a sus necesidades, entre libertad e igualdad se dan muchas posibles soluciones de equilibrio.

Hay una unión, pero también una peligrosa disyuntiva. En las democracias liberales la libertad promueve, o al menos permite políticas y resultados igualitarios.

Los derechos son una parte fundamental de la democracia, cada uno de nosotros siente las cuestiones con distinta intensidad, algunas de nuestras preferencias son débiles, otras fuertes sentidas, apasionadas e intensamente.

Las elecciones eligen o no eligen un representante, pero así se origina un proceso que prosigue en el parlamento y aun después en el gobierno.

Las elecciones ponen en marcha un proceso continuo, que tiende a producir resultados de suma positiva. Lo que implica que aquel proceso permite acomodar, o por el contrario congelar y arrinconar las demandas de las minorías.

El liberalismo tiene que ver con asuntos de democracia y de igualdad, todo esto forma parte de un sistema político.
Hoy en día la democracia y el bienestar están asociados frecuentemente, cuando más prospero es un país, es más probable que se mantenga la democracia.

Definiría como una característica principal de la democracia, a la participación ciudadana, además de la igualdad, de una libertad de razonamiento.

jueves, 28 de enero de 2010

De la infancia, columpios y cerezos

Hoy mientras caminaba, mis sentidos se distorsionaron, es la primera vez que disfruto tanto del viento, aquel soplido que con su silencio derrite mi cara y esparce mi cabello como serpentinas de agua, me hizo entender que esos momentos te pueden transportar a lugares de la infancia.
Recordé que de niña imaginaba pastizales, campos repletos de trigo y flores, senderos y colinas atestados de árboles de cerezos, que yo corría hasta llegar a un columpio, ese columpio que siempre ha estado en mi cabeza, que yo me mecía viendo como mis cabellos subían y bajaban, como mi sombra se acercaba y se alejaba sobre la infinita alfombra verde […]




martes, 19 de enero de 2010

...

Pasaron dos horas para que despertará de mi pesadilla, esa funesta que contemplaba en ese entonces, no sé cómo fue, pero de pronto ya estaba conversando con él, mientras yo lo único que podía hacer era sonreír.
Reacuerdo su voz amenizando mi cabeza doliente por la resaca, recuerdo que yo casi no hablaba, recuerdo que él casi no sonreía, recuerdo que se despidió.
Al otro día no sabía si lo había imaginado, si mi cabeza lo había creado por ese toque de amargura que el vermú de vino blanco había concentrado en mi cuerpo, no recordaba algunas cosas, aún sigo sin hacerlo.
He creado un ser que se encuentra en mis sueños, que no se lee en los libros, que no se encuentra por ahí entre calles y ciudades, se encuentra en mi fantasía, en mí, en mí dulce memoria.
A veces me recuesto y me ahogo entre oscuridades, despierto por la luz de la luna que se colisiona con mi cara empalidecida y atolondrada, tengo el primor de observar algún detalle en las paredes o en los techos, y de prender alguna lámpara y comenzar a hacer figuras en los muros con las sombras de mis manos, tengo la astucia de imaginarlo a él, de imaginarlo sentado, ahí recargando su cabeza entre mis muslos, con los ojos fijos hacia los míos, de tender mis manos sobre su cara, y de tocar su cabello.
Hemos creado un juego espeluznante, de obsesión y locura, da igual, el mundo siempre me ha dado dolor de cabeza, él y yo nos hemos quedado atónitos uno frente al otro, mi dulce creación, se queda plasmado a mi lado sin una sonrisa porque la ha perdido en algún lugar del camino, ambos permanecemos sin hacer nada, sólo estamos ahí viéndonos, tocándonos, juntos formamos un paraje de armonía, porque ya nada nos puede hacer daño, porque nuestro sueño es el mismo y si queremos no despertamos.
Llegaste cuando mi aliento estaba bañado por alcohol, en una tarde fría con relámpagos, y uno que otro estornudo en mi nariz, llegaste para desaparecer mi congestión, mi estado anímico que permaneció inmóvil por más de un año, ya estaba harta de esas pastillas que sólo me dejaban falleciendo, como si no estuviera aquí.
Desde entonces el sueño profundo al que todos las noches le soy fiel, me deja tranquila, sin ninguna preocupación, sin ningún bom bom en mi cabeza, liberaste la pesadilla que a las dos de la mañana me despertaba sólo para pelear y contagiar mi sueño, llegaste para dormir sobre mí, para tocar mi mano.