viernes, 21 de septiembre de 2012

Mientras caminaba

Hoy por la mañana lo único que quería hacer era caminar y observar a mi alrededor imaginando que sólo estaba ahí yo, un poco confundida por la actitud de las personas, recorría las calles de un vecindario de clase media alta.

En la calle no podía esquivar a las personas por el bullicio de la ciudad, regresé a mi realidad y encontré a un hombre de unos 40 años que pedía limosna, a varios jóvenes paseando a sus mascotas, pero lo que más llamó mi atención fue una mujer y un hombre esperando una grúa porque al parecer habían chocado.

Es ahí cuando vienen a mí las ideas, sin hacer a un lado la creatividad disparatada que me caracteriza, -dicen algunos suelo ser un poco fatalista-, entonces mi cabeza comienza a divagar, imagino que la mujer y el hombre que esperan la grúa, se enamorarán perdidamente, que tal vez el destino los ha unido para comenzar una historia de amor, de esas pocas que se encuentran en está loca ciudad, como aquel día en que conocí a alguien en la estación del metro Chabacano...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Como si fuera la última vez

Llega y azota la puerta, rompe los vidrios, saca la ropa del closet, comienza a guardar sin siquiera pensar que lo que se lleva, es solo suyo, recuerdos, tristezas, risas, llantos y alegrías que harán de ellos un mundo añorado, nada más imaginan que ya no estarán para acompañarse hasta el final.

Ambos gritan, se insultan, no dejan de reclamar, los niños escuchan, ya saben que papá se irá y que no será la última vez.

Ellos no entienden el daño que le hacen a los pequeños, esperemos que cuando estos crezcan no sufran los estragos de sus cotidianas discusiones.

Como si fuera la última vez es lo que escuchan a diario los pequeños, ya no entienden qué es real y qué es fantasía, ellos lo único que quieren es salir de ahí, cerrar los ojos y desaparecer en cuestión de segundos.

Los finales tal vez no son para todos...