jueves, 15 de diciembre de 2011

15 de diciembre de 2010

Un día como hoy te fuiste, yo cerraba los ojos para despertar, no podía, el dolor estaba en todo mi cuerpo, el llanto se apoderaba de todo, nada importaba, nadie estaba ahí, todo se nublaba, todo se desvanecía.

Hoy encontré tu neceser, ahí era donde guardabas los artículos personales; una pluma, un peine, una navaja suiza, un cepillo dental, algunos hilos para remendar, un reloj de ella que tal vez lo guardabas para reparar y un prendedor también de ella que estoy segura lo conservabas como un amuleto de la buena suerte.

En casa hay dos veladoras para que sepan que no los olvidamos, que los extrañamos y los recordamos como siempre, mi mamá y yo colocamos dos porque sabemos ella está contigo, porque siempre estaban juntos y porque así los recordamos.

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